El sexenio Televisa
El sexenio de Televisa es resultado de una investigación excepcional que documenta cómo el consorcio ha ad quirido un enorme poder durante los gobiernos panistas en particular, du Fante el mandato de Felipe Calderón, Con ello demuestra que, actual. mente, esta empresa es un poder fáctico a plenitud, es decir, un po der real por encima de las leyes e instituciones del Estado mexica no. Un Estado dentro del Estado,
Jenaro Villamil va revelando, una a una, las historias no públicas en varios ca sos auténticas conjuras- que documentan la forma en que se ha conformado este poder desmedido, incontrolable, avasallante. Así, siendo "los dueños del cir co politico" en esta "república de pantalla", nos enteramos cómo sus principales ejecutivos, los "cuatro fantásticos", no sólo consiguen ingresos multimillonarios vendiendo, sin restricción alguna, espacios publicitarios a los partidos y a los go biernos, sino que se dan el lujo de que se legisle a su favor y de que el control de las elecciones pase no por el Congreso sino a través del "canal de las estrellas".
Entre las múltiples historias secretas que aquí se cuentan, destacan: las oscuras maniobras en torno a la llamada Licitación 21; el papel que jugó el consorcio en la trama de los videoescándalos y la guerra sucia contra AMLO; la ambiciosa ope ración de cooptación y legtimación de Televisa conocida como Iniciativa México; los engaños y maquinaciones, auspiciados por el gobierno en turno, que permitie ron a Emilio Azcárraga Jean el control accionario del consorcio; las tortuosas ma nipulaciones para dominar la televisión por cable; el melodrama de encuentros y desencuentros entre Televisa y Univisión; el uso de brokers para vender campañas de publicidad política a largo plazo, como la que hoy opera para llevar a Enrique Peña Nieto a la Presidencia en 2012, etcétera.
Ante tal exhibición de atrocidades, el autor se pregunta: ¿será cierto, como afir man los dueños del circo, que "los mexicanos tienen la televisión que se merecen"?
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Grijalbo actualidad
Índice
Introducción. Big Brother mediático
CAPÍTULO 1. El sexenio de Televisa
CAPÍTULO 2. La Heredera y Los Cuatro Fantásticos
CAPÍTULO 3. Telmex y Univisión: de Socios a Rivales
CAPÍTULO 4. Los Brokers y sus Redes
CAPÍTULO 5. De Iniciativa México y Teletones Políticos
CAPÍTULO 6. El dominio en la televisión de paga
CAPÍTULO 7. Pantallas y audiencias, el espejo roto
Índice onomástico
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INTRODUCCIÓN
en realizadores de programas informativos, en imagólogos de las campañas electorales, ya que su poder radica en un punto clave: poseen la llave para quienes deseen acceder a la pantalla comercial, lo mismo para venderse en spots, que para participar en los melodramas, en las emisiones deportivas, en las "varie dades matutinas" y hasta en los concursos musicales.
Televisa posee encuestadores y empresas informativas afines que se han transformado en los generadores de percepción social. No existe agencia de publicidad o de consultores políticos que sobrevivan si desafían al monopolio televisivo. Cuenta con inte lectuales, comentaristas, periodistas y hasta rebeldes que le sir ven para modular, conducir o inducir los debates públicos que les interesen.
Dividen ficticiamente a las audiencias masivas y las audiencias deliberativas en "círculo verde" y "círculo rojo" (términos extraí dos de la mercadotecnia), para que prevalezca el único punto de vista posible: el de la empresa que posee el inventario audiovi sual dominante.
Es la empresa hegemónica en términos mediáticos porque le garantiza a una oligarquía económica, financiera y política man tener un statu quo altamente beneficioso.
El Big Brother mediático no es una pesadilla ni una mala broma, sino el resultado de la fallida transición hacia la demo cracia en México. Los pasos que se han dado en los últimos diez años apuntan a la expansión y no a la limitación de este poder surgido de la pantalla televisiva.
Sin embargo, una cosa es la tentación de poder omnipresente y panóptico, y otra muy distinta es la realidad social frente a este plan de negocios y de ambición política.
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BIG BROTHER MEDIÁTICO
ther mediático, cuyo poder ya no se basa en el panóptico sino en la interiorización de la mirada, en el estilo y la marca del corporativo en una sociedad de los triunfos efímeros y del alto impacto momentineo, en los nuevos liderazgos que sacralizan el triunfo a partir de la visibilidad mediática.
Se trata de trasplantar los valores, las normas y la dinámica de la sociedad del espectáculo-en esencia una ficción presentada como verdad-hacia la sociedad de la información y la sociedad politica. La sociedad del espectáculo todo lo transforma en media event, eventos mediáticos de alto impacto como pueden ser los escándalos, los grandes concursos, la dramatización informativa, el "empaquetamiento de la realidad en función de los bloques y de los ritmos televisivos
El Big Brother mediático genera así sus propios productos hibridos: la sociedad del infoespectáculo-donde se mezcla el entretenimiento con la información, y la sociedad del espec táculo político o del show politico-en donde el interés público es expropiado y se convierte en interés mediático-. Aquí, lo politico y lo informativo tiene que conmover, no proponer, ser espectacular, escandaloso y de alto impacto para que genere audiencias.
Esta tendencia es producto de la globalización del infoen tretenimiento y de la hegemonia cultural de la sociedad del espectáculo televisivo, como variante principal de la sociedad de consumo.
En México, Televisa se transforma asi en la "marca" totali zadora, en el Big Brother que ya no establece fronteras entre el espectáculo y la politica, porque todo forma parte de la idea de "república de la pantalla que el monopolio busca. Sus merca dilogos y productores se convierten as en asesores políticos,
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cia electoral I para dejar en un segundo plano la democratización en el terreno del derecho a la información.
A finales de la década de los noventa, a raíz de la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, la crisis de Televisa era de credibilidad frente a una sociedad que se acostumbró a verla como una extensión del régimen priísta. La nueva generación encabezada por Emilio Azcárraga Jean enfrentó esa crisis con medidas superficiales que no transformaron el modelo de televi sión que configuró El Tigre. Para ellos, la pantalla es, ante todo, un negocio y no un servicio público concesionado. Y es por eso que apostaron a acrecentar el gran negocio que representa con trolar los contenidos mediáticos.
Las prácticas monopólicas se acrecentaron y el chantaje frente a una clase política que glorificó la imagen y el tiempo de acceso a la pantalla le sirvieron a este conglomerado mediático para defender sus intereses. En la práctica, operó lo que el Banco Mundial ha clasificado como "captura del Estado", es decir, cuando los poderes no institucionales se ponen por encima de las instituciones públicas y acaban condicionándolo para impo ner sus propios intereses.
Televisa hizo dos apuestas durante el gobierno de Vicente Fox, el primer presidente del PAN tras siete décadas de régimen priísta:
a) Dejar de ser un "soldado del presidente", como se asumía su anterior dueño, Emilio Azcárraga Milmo, en forma tal que los políticos de todos los partidos se volvieran sus pro pios soldados.
b) Trasladar su condición de monopolio televisivo a la de gran corporativo de telecomunicaciones, dominante en la nueva era de la digitalización y del triple play. El final del modelo
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de televisión analógica y la transición hacia una televisión digital, con opciones de convergencia tecnológica en tele comunicaciones ha sido el principal desafio para los direc tivos de Televisa.
En otras palabras: el consorcio televisivo se ha propuesto ser el monopolio en materia de producción y contenidos audiovisuales, pero también de servicios convergentes en telefonía e internet, el gran negocio del nuevo milenio. Televisa, bajo la presidencia de Emilio Azcárrraga Jean, se ha soñado como una mezcla de Bill Gates y su emporio Microsoft, y de Rupert Murdoch, el mag nate australiano de los medios de comunicación anglosajones, propietario de la televisión satelital Sky y de una serie de cana les de televisión restringida bajo el signo de la compañía Fox con una agenda muy conservadora en lo político y muy proclive al sensacionalismo y la chabacanería mediática.
Para lograrlo, Azcárraga Jean se desembarazó durante una década de los compromisos adquiridos por su padre, Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, fallecido en 1997. Así, formó un equipo de nuevos CEO's, compañeros de generación, que toma ron por asalto la administración del consorcio bajo la fantasía infantil de ser una especie de "Los Cuatro Fantásticos"; realizó sociedades financieras con Carlos Slim, el magnate de Telmex, y con otros empresarios para sacar adelante a la empresa de sus deudas y luego deshizo estas sociedades desde mediados de esta década; se concentró en el mercado mexicano y latinoamericano ante el fracaso concretado en 2006 para adquirir las acciones mayoritarias de Univisión, la cadena de televisión hispanoha blante más grande de Estados Unidos. Por último, entendió que si quería dejar de ser un "soldado del presidente", Televisa tenía
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que convertirse en una nueva maquinaria dedicada a la mercado tecnia política, mezclando su poderoso aparato publicitario y su dominio en la pantalla para doblegar a una clase política adicta a los valores del rating
Televisa dejó de cabildear para transformarse en legislador de sus propios intereses. La iniciativa de contrarreformas a la Ley Federal de Radio y Televisión y a la Ley Federal de Telecomu nicaciones, que la revista Proceso bautizó como Ley Televisa, se convirtió en la sintesis de las ambiciones de la nueva generación al frente del consorcio televisivo.
La empresa demostró a finales de 2005 y en el primer trimes tre de 2006 que podía arrodillar a los candidatos presidenciales, ad como a la mayoría de los diputados federales y de los senado res para imponer sus intereses. En la Cámara de Diputados, 305 legisladores de todos los partidos aprobaron en menos de diez minutos, sin discusión, el paquete de reformas que constituyen la Ley Televisa. En el Senado, sólo un puñado de políticos que ini cialmente fueron 11-de un total de 126-dio la pelea para evi tar que se concretaran los cambios aprobados por los diputados. Estos no consiguieron frenar la ley. Los equipos de los candida tos presidenciales, en especial del PRI (Roberto Madrazo) y del PAN (Felipe Calderón), presionaron para que el 31 de marzo de 2006, se aprobara la Ley Televisa sin modificarle "una sola coma" en el Senado. La ley fue promulgada el 11 de abril de ese año en el Diario Oficial de la Federación, con el visto bueno de Vicente Fox, el presidente que había prometido el "cambio", como un acto de propaganda.
Lon senadores del PRI, PAN Y PRD que se opusieron a estas refor ley Fueron un total de 47 legisladores quienes interpusieron un
recurso de anticonstitucionalidad. La Suprema Corte discutió en mayo de 2007 los diferentes aspectos que violentaban la Cons titución Política Mexicana y en junio del mismo año, desechó aspectos sustanciales de estas reformas.
Sin embargo, el plan de negocios y el proyecto transexenal de Televisa continuaron. El golpe de la Suprema Corte de Justicia, ha sido invalidado en los hechos durante estos años de gobierno calderonista. No sólo eso. La reforma electoral que se discutió casi en paralelo con la anticonstitucionalidad de la Ley Televisa, provocó que esta empresa, junto con TV Azteca y los principales grupos radiofónicos, desafiaran abiertamente la nueva legislación que estableció la prohibición absoluta de la compra de tiempo aire en los procesos electorales.
El Congreso prohibió la mercadotecnia político-electoral -siempre bajo la obsesión de hacer reformas en el marco de la contienda de las leyes electorales, pero no pudo impedir el gran truco de estos años: la venta de publicidad integrada, mejor cono cida como infomerciales disfrazados de contenidos informativos o de entretenimiento para promover a los políticos con aspira ciones electorales.
Por ejemplo, el joven gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, del PRI, se transformó en el modelo a seguir y en el argu mento de venta más poderoso de Televisa: si lograban transfor mar a un politico sin experiencia ni trayectoria en la figura más popular de los últimos años, entonces demostraban que el control de las elecciones no pasaba por el Congreso, sino por la pantalla.
Una decena de gobernadores y dirigentes políticos han copiado el "modelo Peña Nieto", generando uno de los despil farros más grandes de las cuentas del erario público y glorifi cando esta operación. Lo importante entonces no es ganar con
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primera mayoría en la Cámara de Diputados-, el calderonismo ejerció 5 mil 371.41 millones de pesos, según el reporte entre gado a la Comisión Permanente del Congreso (Reforma, 14 de julio 2010, p. 5).
Otros datos de la consultora Central Media confirman que el principal cliente para la televisión y la red de empresas de Televisa es el gobierno federal. De acuerdo con esta consultora, en 2009 el gobierno de la República invirtió 4 mil 585 millones 052 mil pesos en televisión, prácticamente duplicó a la compañía Nestlé, la cuarta en la lista, que invirtió 2 mil 196 millones de pesos en publicidad para la televisión.
GANGA EN TELECOMUNICACIONES
El gobierno de Felipe Calderón ha cumplido con las exigencias de Televisa, aún cuando la relación entre Los Pinos y el corpora tivo mediático haya transitado por momentos de tensión y ama gos de ruptura, más similares a una relación de sadomasoquismo que a un matrimonio por conveniencia.
La debilidad presidencial permitió la fortaleza del monopo lio televisivo. La disputa entre los priístas (gobernadores y líderes legislativos) por ocupar el espacio vacío de un régimen incapaz, por el también ha beneficiado a Televisa. La disputa burocrática control de los organismos reguladores s como COFETEL y la Secre taría de Comunicaciones y Transportes ha sido alentada por la televisora. La ausencia de una política de interés público en mate ria de telecomunicaciones se ha transformado en la clave para que Televisa cumpla con su plan de negocios, sin obstáculo real ni compromiso de servicio público alguno.
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En menos de seis años, Televisa ha logrado consolidar y expan dir sus privilegios de mercado:
1. Su condición de gran monopolio televisivo se ha reforzado. La televisión abierta es el único medio de comunicación que llega al 95.1 por ciento de todos los hogares de México. De ese total, Televisa acapara el 72 por ciento de los hogares a través de sus tres cadenas nacionales (canal 2, canal 4, y canal 5) más su señal metropolitana (canal 9). Cuenta con 258 estaciones repetidoras de sus señales que le permiten tener más de 3 mil megahertz bajo su control (cifra única en el mundo para una sola empresa privada).
Las concesiones de Televisa están a buen resguardo por más de una década. La mayoría de sus 258 estaciones repetidoras, entre propias y afiliadas, expiran hasta 2021. La señal de Cable visión está concesionada hasta 2029. El sistema de televisión directa al hogar (DTH), mejor conocida como Sky, tiene conce siones hasta 2020 y 2026, dependiendo de la región. Cablemás tiene concesiones que expiran entre 2013 y 2029. TVI, ahora Televisa Monterrey, posee las propias que expiran en 2015 y otras hasta 2028. Los servicios de telefonía vencen entre 2018 y 2026. Y la nueva ganga de la telefonía móvil convergente con internet, la tendrá hasta 2030.
La SCT, lo mismo bajo el mandato de Luis Téllez, de triste memoria en el sector, que con su sucesor Juan Molinar Horcasi tas, se transformó en una instancia dócil a los reclamos de Tele visa. Para lograrlo, hubo de todo: intrigas palaciegas entre los subsecretarios de Comunicaciones y Transportes y la COFETEL, con la subsecretaria Purificación Carpinteyro, acusada por el gobierno de Calderón de emprender espionaje contra su ex jefe
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Teller entre los cinco comisionados de la COFETEL que se queda on administrando un organismo recientemente debilitado, tras la abrupta salida de su presidente Héctor Osuna y el nombra miento de Mony de Swaan, ex coordinador de asesores de Moli a Horcasitas desde los tiempos del IFE y con nula experiencia
Las diferencias entre SCT y COFETEL, han sido perfectamente medidas y alentadas por Televisa para su propio beneficio. Los des organismes reguladores cayeron bajo el supuesto de la "cap a regulatoria, que hace a sus integrantes piezas intercambia bles frente a los intereses del gran consorcio. Hasta la Comisión Federal de Competencia, organismo responsable de evitar las prácticas monopolicas, ha sido objeto de presiones por parte de Televisa, sobre todo en los dos últimos años.
2. Televisa, unida a TV Azteca, impidió durante este sexenio que se aprobara la conformación de una tercera o cuarta cadena de televisión comercial, a pesar de que existe espectro suficiente para lograrlo y que distintos grupos empresariales-algunos pro venientes de los medios impresos-buscaron desde el sexenio de Vicente Fox entrar a este mercado.
El argumento para cerrarle el paso a toda posibilidad de com petencia es el clásico utilizado por los monopolios: no existe "espacio para un nuevo competidor. Los datos del propio con sorcio confirman su condición monopólica. El documento de 2010 de la Vicepresidencia de Comercialización de Televisa, afirma que México ocupa el lugar número 13 en tamaño de inversión publicitaria en todo el mundo, con 8 mil 426 millo nes de dólares anuales. De ese total, el 71 por ciento lo acapara la televisión abierta (en Estados Unidos este porcentaje es de 35 por
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ciento, mientras en Brasil, es de 64 por ciento) y Televisa aca para el 60 por ciento de ese gran pastel publicitario. La concen tración de los ingresos publicitarios ha sido mayor en estos años, dejando a la prensa con un escaso 16 por ciento y a la radio con 11 por ciento.
Televisa y TV Azteca se unificaron primero para doblegar a Luis Téllez-quien coqueteó con la posibilidad de entregarle una señal a la sociedad privada formada por General Electric Telemundo y al empresario farmacéutico Isaac Saba- y des pués para impedir, en 2008, la licitación de una tercera o cuarta cadena televisiva.
En esta guerra también hubo de todo: amenazas no veladas, amagos de filtrar datos de la vida privada y un linchamiento en pantalla. La historia acabó de la manera más grotesca: TV Azteca absorbió la señal metropolitana de Canal 40 para impedir que ésta se convirtiera en el germen de la tercera cadena; y Televisa for malizó una "alianza comercial" con Telemundo, empresa que se doblegó a cambio de una promesa de enfrentar en Estados Uni dos a su rival Univisión.
La pérdida de la mayoría accionaria en Univisión, ocurrida a mediados de 2006, fue un duro golpe para Televisa. El viejo sueño de El Tigre Azcárraga de consolidar su dominio entre la población de habla hispana de Estados Unidos, la de mayor por centaje de crecimiento, se desbarrancó ante la mala estrategia de Azcárraga Jean, quien al mismo tiempo que demandaba a su ex socio Joe Perencchio, quiso apropiarse del paquete acciona rio para tener la mayoría. Azcárraga Jean se quedó sin aliados en esta aventura: el magnate venezonalo Gustavo Cisneros se hizo a un lado y una maniobra bursátil de Carlos Slim bloqueó buena parte de la estrategia de El Tigrillo.
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Perder Univisión fue la derrota más grave para la ración de funcionarios al frente de Televisa. Eso los obligó a concentrarse en el mercado mexicano y fortalecer su condición monopólica en televisión abierta y de paga, para convertirse así en un nuevo oligopolio en telecomunicaciones. nueva gene
3. El mayor porcentaje de crecimiento de Televisa se ha gene rado en los dos segmentos que constituyen el ancla de sus futuros negocios: la televisión de paga y los servicios de telecomunica ciones a través de sus sistemas de cable y satelital. Las cifras de la Vicepresidencia Corporativa de Comercialización de Televisa indican que entre 2008 y 2009, las ventas de televisión de paga crecieron 23.7 por ciento, las de Sky 9.2 por ciento y las de cable y telecomunicaciones 9.5 por ciento. Estos porcentajes contrastan con el crecimiento de sólo 0.5 por ciento de las ventas en tele visión abierta, aún cuando éstas aún representan el mayor volu men de sus ingresos totales, con el 41.2 por ciento.
De este modo, vemos cómo Televisa no tiene competencia en los segmentos de mayor crecimiento. En este sexenio, impi dió el cambio de título de concesión de Telmex-el otro gran monopolio de las telecomunicaciones para que ingresara a la televisión restringida y dar servicios de triple play, absorbió a dos grandes empresas cableras-Cablemás y TVI-Multimedios que sumadas a Cablevisión y al sistema satelital Sky, colocan a Televisa en el papel hegemónico en el mercado de la televisión de paga
La operación le salió barata. Por la empresa TVI, dirigida por el regiomontano Francisco González, dueño de Multimedios y de la cadena de periódicos Milenio, Televisa pag 798 millones de pesos para tener el 50 por ciento de las acciones. Por Cable
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más, de Alejandro Alvarez Figueroa, la empresa de Azcárraga Jean pagó 2 mil millones de pesos para tener el 49 por ciento del control accionario.
Las dos adquisiciones fueron aprobadas por la Comisión Federal de Competencia. Este organismo le impuso condiciones mínimas y discrecionales a Televisa, que no deja de tener una condición ventajosa en el mercado de televisión por cable: es el mayor distribuidor y productor de contenidos. Si algún competi dor quiere rivalizar con él, le veta el acceso a sus canales de tele visión abierta, especialmente el canal 2, el verdadero "músculo" económico y político de la empresa.
La adquisición de acciones de Cablemás le permitió a Tele visa controlar también a la empresa Productora y Comercializa dora de Televisión, mejor conocida como PCTV. Originalmente, esta empresa agrupó a los concesionarios de televisión por cable para servir de contrapeso ante las negociaciones con Televisa por los contenidos de los canales nacionales y extranjeros. Logró dis tribuir el 60 por ciento de los canales comercializables en el mercado. El 40 por ciento restante lo distribuían Televisa y TV Azteca. Ahora, Televisa tiene ya la posibilidad de definir hasta el 85 por ciento de los paquetes de canales comercializables a nivel nacional, gracias a que Cablemás tiene una posición accionaria de control sobre PCTV.
La única competencia seria para Televisa en el terreno de la televisión de paga se creó a principios de 2009: el sistema de tele visión denominado Dish, formado a través de una alianza entre Multivisión (MVS), EchoStar y Telmex. En menos de un año, esta empresa logró más de 1 millón de suscriptores. Su objetivo fue acceder a los segmentos de más bajos ingresos, con un precio sustancialmente menor y dando servicios de telefonía e internet.
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La respuesta de Televisa a esta competencia ha sido Yoo, una alanza entre sus tres grandes empresas de televisión por cable (Cablevisión, Cablemás, TVI) más Megacable, empresa que tam bien recompuso su configuración accionaria para convertir a la familia Bours, la misma del ex gobernador de Sonora y dueña de la empresa agroindustrial Bachoco, en la poseedora de más del 50 por ciento.
Esto explica la sociedad entre Televisa y Megacable para lograr la concesión de explotar los casi 20 mil kilómetros del primer par de fibra óptica oscura de la Comisión Federal de Electrici dad. A esta alianza se sumó Telefonica, dirigida en México por Francisco Gil Diaz, ex secretario de Hacienda, conocedor de los secretos de condonación fiscal a Televisa, pieza clave del ban quero Roberto Hernández, y cerebro en esta operación de trans formación de Televisa en consorcio de telecomunicaciones.
4. Durante 2010 y en menos de un año, Televisa logró doble gar al Congreso de la Unión y al gobierno federal para obtener la concesión de dos grandes pasteles del negocio de telecomuni caciones para el futuro inmediato: la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el mayor porcentaje de espectro de la banda 1.7 Ghz, que la consolidará como la única empresa que podrá dar servicios de cuádruple play, es decir, audio, video, internet y telefonía móvil.
Desde el diseño de las bases de licitación en ambos casos, la mesa estuvo puesta para que Televisa lograra privilegios únicos a pre cios de ganga. El Estado perdió y Televisa ganó dos suculentos paquetes de negocios a precios muy por debajo del valor comer cial y además con exenciones fiscales únicas.
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En la licitación de la fibra óptica no hubo competencia alguna. La alianza entre Televisa, Telefonica y Megacable, convirtió a esta licitación en una adjudicación directa. Televisa pagó poco más de 800 millones de pesos por una infraestructura que al Estado le costó 3 mil millones de pesos modernizarla.
El 18 de marzo de 2010, al dar a conocer la formación del "consorcio", Televisa destacó lo siguiente: "Esta nueva red de fibra optica representará tanto para Televisa, Telefonica y Mega cable, como para terceros, una alternativa de acceso a transporte de datos, generando una mayor competencia en el mercado de telecomunicaciones en México y, por lo tanto, una mejora en la calidad de los servicios ofrecidos".
El párrafo es paradójico. Habla de competencia, pero en la lici tación todos los otros posibles jugadores fueron excluidos y los verdaderos competidores hicieron una alianza para quedarse con esta red. Las suspicacias fueron mayores, ya que la licitación se dio en el marco del conflicto generado por la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y el movimiento sindical del SME. Todavía queda pendiente la licitación de la fibra óptica en los estados del centro del país que formaban parte de la Com pañía de Luz y Fuerza.
En la licitación de la banda 1.7 Ghz, Televisa consiguió pri mero que el Congreso la exentara por dos años el pago de dere chos. Esto quiere decir que el Estado mexicano no recibirá cerca de 5,600 millones de pesos por el usufructo de ese espec tro durante los dos primeros años. La justificación fue delirante: como se tiene que invertir mucho en el arranque de la tecno logía de los nuevos servicios de telefonía móvil convergente, el Estado exentaba de impuestos en estos servicios. Lo hizo al
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mismo tiempo que incrementaba impuestos en todas las demás áreas de la economía.
Previamente, Televisa formó una alianza comercial con Nex tel, empresa telefonica que le vendió el 30 por ciento de su ca pital en 1 mil 44 millones de dólares, bajo la condición de c ganaran el mayor porcentaje de espectro de la banda 1.7 Ghz. que
Nextel-Televisa compitieron por un segmento de hasta 30 Mghz-de un total de 90 Mghz en disputa con un pago minimo de 180.3 millones de pesos. Esto fue posible gracias a que las bases de licitación diseñadas y aprobadas por COFETEL y la Comisión Federal de Competencia beneficiaron ampliamente a Televisa, argumentando que se trataba de un "jugador entrante" en el mercado de telecomunicaciones.
¿Cómo lograron esto? La explicación puede sonar bastante técnica, pero es la razón por la cual Televisa consigue los benefi cios más increíbles durante su sexenio. Los 90 Mghz en disputa se dividieron en tres bloques de 10 Mghz-para sumar 30 Mghz y dos de 30 Mghz-que sumaban 60-. Estos bloques se licita ron conforme a 9 regiones en las que se divide el país, siendo la novena, aquella que abarca a los estados de la zona y el Distrito Federal, la más codiciada. metropolitana
De antemano, la Comisión Federal de Competencia estableció que ninguna empresa podia acaparar, por sí sola, 80 Mghz. Esta condición excluyó a Telcel, lusacel y Telefónica de la posibilidad de competir por el bloque de 30 Mghz. Automáticamente, sólo los "nuevos competidores" en telefonia móvil, es decir, Televisa y Nextel, podian disputar este bloque. En lugar de competir entre ellos, Televisa absorbió a Nextel comprándole el 30 por ciento de sus acciones, con el aval de las autoridades de competencia y telecomunicaciones.
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De esta manera, los futuros servicios de telecomunicaciones se presentan como una operación para acaparar mercado, y no como una estrategia para impulsar la sociedad de la información y el conocimiento.
Con una capacidad de previsión digna de un vidente, Emi lio Azcárraga Jean festejó por anticipado ante los accionistas de Televisa, el hecho de que su empresa prácticamente se quedaría con esa gran parte del espectro. En una carta enviada a finales del 2009, Azacárraga Jean describe así la operación:
La diversificación de Televisa, de una empresa tradicional de medios hacia un competidor relevante en la industria de telecomunicacio nes, seguirá siendo un elemento crítico de nuestra estrategia. Nues tra habilidad de obtener espectro a licitarse en México durante 2010 para ofrecer servicios móviles, será un paso importante en este pro ceso de diversificación. Por ese motivo, a principios de este año, anunciamos una inversión potencial de 1 mil 44 millones de dóla res para adquirir, inicialmente, el 30 por ciento de la participación accionaria en Nextel México, así como una opción para adquirir un 7.5 por ciento adicional de la compañía. Consideramos que Nextel México es el socio correcto para ayudarnos a ingresar en el mercado de servicios móviles de manera eficiente y oportuna.
Con espectro adicional, Nextel México buscará expandir sus ser vicios y aumentar su base de suscriptores. Estamos explorando siner gias potenciales entre Nextel México y Televisa. Nextel México podría tener acceso a nuestros 3.7 millones de hogares con servi cios de televisión de paga-lo que equivale a casi 12 millones de clientes potenciales. Nextel México también tendría acceso a Bestel, uno de los operadores de redes troncales más grandes en México. Televisa, Detrás de la Escena, Informe Anual 2009.
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Todo suena excelente a ojos de un inversionista de las acciones de Televisa; lo que su presidente ejecutivo oculta, es que la "habi lidad" de la compañía no radica en competir sino en para obtener el mayor provecho al menor costo, en el esquema de las nuevas licitaciones de telecomunicaciones. presionar
Por ejemplo, Televisa y su socio Nextel pagarán por el. mayor espectro licitado de la codiciada banda 1.7 Ghz (conocida como la banda del cuádruple play) un total de 180 millones de pesos, mien tras que sus competidores, Telcel y Telefónica, tendrán que pagar por el mismo espectro 3 mil 793.8 millones de pesos y 1 mil 273. 8 millones de pesos. La disparidad es evidente.
No sólo eso, gracias a que el Congreso le aprobó una condo nación de dos años en el pago de derechos por el usufructo de esta banda, Televisa tendrá un beneficio directo de 1,800 millo nes de pesos.
En el comunicado oficial del 16 de agosto de 2010, la COFETEL argumentó que el "Grupo de Inversionistas" (Nextel-Televisa) que se quedó con el mayor segmento de esta licitación, pagará en los 20 años de usufructo un total de 18 mil 314 millones de pesos. Esta aclaración no pedida fue para contrarrestar las críticas generalizadas de que a Televisa se le había otorgado a precio de regalo un espectro de mucho valor. Por lo menos, se ahorrará el 10 por ciento de estos 18 mil 314 millones gracias a la exención fiscal aprobada en el Congreso.
El elemento clave es que Nextel-Televisa fueron los más bene ficiados, ya que tras la licitación, pasaron de tener 21.9 Mhz a 52.9 Mhz, más del doble. Su competidor más cercano, lusacell, pasó de tener 43.8 a 53 Mhz. La empresa española Telefónica, pasó de 39.1 a 61.3 Mhz, mientras que Telcel, pasó de 53.8 a 77.1 Mhz. Estamos hablando de compañías que tienen más de dos lus
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tros en la competencia de telefonía móvil, mientras que Televisa es un nuevo agente en este sector y está aprovechando la infraes tructura que tenía Nextel como empresa de telefonía fija, y que ahora dará servicios móviles.
Todas estas irregularidades forman parte de una historia de presiones que describen la capacidad del monopolio televisivo para hacer valer sus intereses en medio de una situación de debi lidad institucional y presidencial.
Iusacell, empresa telefónica propiedad de Ricardo Salinas Pliego, interpuso una gran cantidad de demandas y de juicios nulidad de esta licitación, conocida como La licitación 21. Hasta mediados de agosto de 2010, dos jueces que fallaron a favor de Iusacell, ordenaron suspender el proceso de licitación como medida cautelar.
También el Congreso de la Unión, a propuesta del diputado federal panista Javier Corral, exhortó a la COFETEL para que decla rara desierta La licitación 21 y repusiera el proyecto.
En defensa de los intereses de Televisa, la Comisión Fede ral de Competencia ha insistido en que es conveniente la aper tura en el mercado de telefonía móvil, que en México está altamente concentrado: Telcel, de Carlos Slim, posee el 73 por ciento del mercado, y Telefónica (socio de Televisa en la lici tación de la fibra óptica) posee el 18 por ciento restante. Entre ambos controlan el 91 por ciento. Para el organismo antimono polio, Televisa es un "competidor entrante" en el mercado de las telecomunicaciones y esto justifica las prebendas que obtuvo en esta licitación.
En respuesta, la Asociación Mexicana de Derecho a la Infor
mación, puntualizó lo siguiente:
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las frecuencias que usufructúa el consorcio Televisa tan sólo para difundir televisión y radio superan el espectro que manejan otros operadores en telefonía. Si se quiere promover una auténtica diver sificación hay que tomar en cuenta el espectro radioeléctrico administra cada operador, independientemente del uso que tengan las bandas de las que es beneficiario: telefonía, internet, televisión o radiodifusión. Hoy en día el mercado de telecomunicaciones es uno solo y amalgama varios esos servicios o todos ellos. Consi derarlo de manera segmentada implica desconocer la convergencia digital que define la utilización del espectro. que
El académico Ramiro Tovar Landa, especialista en telecomuni caciones del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), publicó el 11 de agosto de 2010 un estudio que explica, por qué La licitación 21 es adversa a la competitividad en México. Tovar Landa, el primero en advertir que Televisa-Nextel sólo pagarían 180.3 millones de dólares en la "ganga" que le prepararon los organismos reguladores, apuntó que el proceso causó "un daño social" por dos razones:
1. Subsidiando a Televisa-Nextel otorgándole la exclusiva de ser el
único postor por un bloque nacional, lo que le permitió presen tar y mantener un precio sustancialmente por debajo del pre cio de mercado, entendido éste como un precio formado en un entorno de competencia y libre concurrencia. 2. Impidiendo la entrada a postores potenciales por el bloque regio nal restante, el cual resultó desierto, restringiendo sustancial mente la oferta o abasto de espectro disponible para el uso comercial del país.
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Basta observar los montos de las 86 rondas de La licitación 21 para corroborar que Televisa-Nextel no tuvo necesidad de incre mentar su postura inicial (ronda 1) de 180.3 millones de pesos debido a la falta de competencia en ese bloque y que el otro blo que se mantuvo sin postor. En contraste, tan sólo por 10 Mhz en la región 9 (la que abarca la zona metropolitana), se tuvo una pos tura inicial de 24 millones de pesos que llegó a 1,059.5 millones de pesos. Es decir, debido a la competencia entre los postores por ese bloque su valor inicial se incrementó más de 44 veces.
Tovar Landa, Ramiro, El Efecto Anticompetitivo de la Regulación: el Caso de la Licitación de Espectro en México, Estudio Preliminar 11 de agosto de 2010.
PRESIONES A CALDERÓN
¿Cómo presionó Televisa en el tramo final de la licitación? En los días previos a la decisión de COFETEL, una de las figuras más prominentes de Televisa escribió un artículo muy crítico contra Felipe Calderón. El 14 de julio, en la página editorial del perió dico Reforma, Claudio X. González, integrante del Consejo de Administración de Televisa y presidente de la Fundación Tele visa afirmó que Calderón:
Inicia su presidencia en medio de presiones inmensas y en un periodo relativamente breve, pierde a su hombre de mayor con fianza, Juan Camilo Mouriño, y se desacelera la economía mun dial de la que México es tan dependiente (a partir de mediados del 2008). Eso limita su accionar. Por otro lado, Felipe, siempre pro
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fundamente desconfiado (marca del opositor a ultranza) elige mal a su gabinete. Calderón es un árbol bajo cuya sombra no crece nada... Ha terminado la etapa de Felipe Calderón como presidente de México y comenzado la segunda etapa de Felipe Calderón como presidente del PAN. Listima. De ahora en adelante, con la conni vencia de Felipe Calderón habrá que esperar al año 2012 para ver avances en lo que a los mexicanos nos interesa: reformas que nos den mayor preparación, competitividad, equidad, justicia, movili dad social, desarrollo y seguridad.
Quizá Felipe Calderón, presidente del PAN, se salga con la suya y evite que el PRI regrese al poder en el año 2012. Ese desen lace, incierto, podría parecerle positivo a muchos. ¿Pero qué va a ser de la administración pública durante los próximos 2 años? A México le urge moverse para adelante pues la inercia y la medio cridad en la que estamos nadando de poco o nada nos sirve. ¿O me equivoco?
Reforma, 14 de julio de 2010, p. 11.
El coordinador de Comunicación Social de Los Pinos, Maxi miliano Cortázar, escribió una réplica al artículo de Claudio X. González. Nunca antes, el vocero de Calderón se ocupó de hacer una extensa aclaración sobre el contenido de una editorial crítica. Pocos días después, Calderón cambió su gabinete: salió el titu lar de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el tercero al hilo; Cortázar dejó la oficina de Comunicación Social de la presiden cia para irse al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, con César Nava: su jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores, tam bién dejó ese cargo, en medio de una estela de sospechas sobre manejos poco claros de millonarios fondos para los festejos del Bicentenario de la Independencia.
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Y, lo más importante: el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas mandó a su hombre de confianza a la COFETEL, Mony de Swaan, en un cambio cues tionado por los legisladores del PRI que acusaron a Calderón de vulnerar la autonomía del órgano regulador. Entre Molinar y De Swaan autorizaron el triunfo de la oferta de Nextel Televisa para quedarse con la mayor parte del espectro de La licitación 21.
En la pantalla de los noticiarios de Televisa no volvió a men cionarse el caso del incendio de la guardería ABC, un escándalo que vinculó directamente a Molinar Horcasitas, ex titular del Seguro Social y máximo responsable entonces de la seguridad en las guarderías subrogadas del IMSS.
La versión presidencial de las dos grandes licitaciones a favor de Televisa no menciona a esta empresa. En el texto de su cuarto informe de gobierno, Calderón afirma que el 9 de junio de 2010, la SCT emitió el fallo que otorga en renta, por un periodo de 20 años, el uso y aprovechamiento de 19 mil 457 kilómetros de cableado de fibra oscura de la CFE a lo largo del país, al Grupo de Telecomunicaciones de Alta Capacidad SAPI de C.V. (formado por Televisa, Megacable y Telefónica).
"El grupo ganador -anota el informe-se comprometió a invertir mil 300 millones de pesos adicionales, para incrementar la cobertura, en regiones en donde actualmente hay un solo ope rador y ampliar la capacidad actual de la banda ancha". No dijo nada sobre la posibilidad de licitar otro par de fibra óptica y de la evidente contradicción de entregarle a un precio menor a los 850 millones de pesos una infraestructura en la que el Estado mexi cano ha invertido más de 3 mil millones de pesos.
Mucho más escueta es la versión presidencial sobre La licita ción 21 correspondiente a la banda 1.7 Ghz.: "Los participantes que
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alcanzaron las propuestas válidas más altas en los concursos fueron: Telecomunicaciones del Golfo S.A., Pegaso Comunicaciones y Sis temas S.A. de C.V., Grupo de Inversionistas conformado por las empresas Comunicaciones Nextel de México S.A. de C.V, Inver siones Nextel de México S. A. de C.V. y Televisa S. A. de C.V." En ella, presidencia no aclaró qué sucederá con el bloque de 30 Mhz cuya licitación quedó desierta, ya que la sociedad entre Nex tel y Televisa impidió que existiera competencia por ese bloque.
La respuesta aparente de Calderón a las presiones de Tele visa para salir ganando en las dos licitaciones más importantes de su sexenio en el área de telecomunicaciones, fue la emisión del decreto del 2 de septiembre de 2010 que establece las nuevas reglas para la transición de la televisión analógica a la televisión digital terrestre (TDT).
El decreto fue promovido como el gran anuncio del cuarto informe de gobierno. Calderón mismo dio a entender que gracias a este decreto se podrá esperar la formación de nuevas cadenas de televisión, a partir del 2015, cuando se produzca el llamado "apagón digital" y se libere el espectro que ahora se encuentra en manos del duopolio de Televisa y TV Azteca.
En la fracción IV del artículo primero del decreto, se establece que entre 2011 y el 31 de diciembre de 2015 se concluirán las transmisiones de la television analogica-aquella que ahora fun ciona a partir de un ancho de banda de 6 Mhz por cada canal e iniciará la televisión digital terrestre. Esto permitirá "liberar la banda de 700 Mhz para el año 2012 y asi posibilitar la prestación de otros servicios de telecomunicaciones para favorecer el uso efi ciente de dichas bandas".
En el artículo segundo, Calderón establece que corresponderá a la Comisión Federal de Telecomunicaciones "Conducir los pro
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cesos de licitación para el uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico disponible en la banda de 700 Mhz (698 806 Mhz) para la prestación de otros servicios de telecomunica ciones, independientemente de la liberación de la banda a que se refiere el artículo primero fracción IV de este decreto".
La COFETEL también tendrá la función de "determinar la via bilidad de asignar, mediante los procedimientos legales pertinen tes, nuevas concesiones y permisos de radiodifusión que operen únicamente con transmisiones digitales" [cursivas del autor].
Este párrafo es el que generó una mayor preocupación entre los abogados y estrategas del duopolio televisivo, especialmente de Televisa. De este modo, iniciaron a través de los medios impresos una serie de críticas al decreto, pues Calderón vulnera la presunta autonomía de la COFETEL -que nunca existió en este sexenio- y porque esta transición digital no se da en el marco de una nueva reforma integral a los medios electrónicos.
La preocupación de senadores del PRI y del PRD es el carácter "electorero" del decreto, ya que las fechas del inicio del "apagón analógico", de la liberación del espectro y del reparto de nuevos receptores o decodificadores televisivos, coincide con los tiem pos de la sucesión presidencial (2011-2012).
Para Televisa el problema fundamental es qué pasará con los llamados canales espejo que el gobierno de Vicente Fox les otorgó, sin pago de contraprestación alguna y como un auténtico regalo gubernamental, cuando emitió el 2 de julio del 2004 el primer acuerdo de Televisión Digital Terrestre.
El decreto de Calderón no indica qué hacer y cómo harán los actuales concesionarios de televisión con sus canales adicionales. Televisa tiene, por ejemplo, el canal 48 que repite en alta defini ción la señal del canal 2; los canales 49, 50 y 44 que replican a los
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canales 4, 5 y 9; TV Azteca cuenta con los canales 24 y 25 reproducen de manera digital al 7 y al 13. El especialista Raúl Trejo Delabre, en su artículo "TV que
tal, Hechos y Dilemas", advirtió lo siguiente:
Ahora la tecnología y el proyecto gubernamental, permiten que además de reproducir en formato digital señales de TV analógica, esas frecuencias sirvan para nuevos canales. Y, según el acuerdo presidencial de julio de 2004 y el decreto del 2 de septiembre de 2010, las televisoras no están autorizadas a difundir, en tales fre cuencias, nuevas señales distintas de las que ya transmiten por tele visión analógica.
Si no hay previsiones respecto la transición digital, que el presi dente Calderón proclama como puerta a la pluralidad, servirá fun damentalmente para que las televisoras que ya tienen demasiados canales tengan muchos más.
Ejecentral, 3 de septiembre de 2010.
Con este anuncio inició un nuevo capítulo de presiones y de ten siones entre el gobierno de Calderón y las dos grandes televisoras. El problema no son los tiempos de la digitalización sino la ges tión de los tiempos electorales. El decreto de Calderón pretende enfrentar el poder de Televisa frente al gran negocio de la suce sión de 2012, con la promesa de licitar para que existan nuevas cadenas de televisión digital.
Sin embargo, el decreto es tan endeble y existe un vacío jurí dico tan grande-la Ley Federal de Radio y Televisión que sigue vigente es la de 1960 y fue redactada por los concesionarios que Calderón puede terminar dándoles a las televisoras un r regalo
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mayor que el que Fox les otorgó con los canales espejo y con la
prórroga hasta el 2021 de todas sus concesiones. La clave está, por supuesto, en el proceso de sucesión presi dencial para el 2012.
EL "NEGOCIO" DE LAS ELECCIONES
Emilio Azcárra Jean proclamó en 2004 que "la democracia es un buen negocio" para la empresa, demostrando así que la nueva generación de jóvenes que tomaron el mando de Televisa se ven a sí mismos como los dueños del circo político, los titiriteros de un multimillonario negocio en el que se juega el poder político, la influencia mediática y el poder económico.
Televisa no es una empresa periodística ni una simple produc tora de contenidos audiovisuales, mucho menos un consorcio de entretenimiento. Esta es la fachada de un conglomerado de intereses capaz de volverse y actuar como un Estado dentro de otro Estado. Por eso, cuando se le define como poder fác tico, es decir, con un poder real por encima de las leyes e ins tituciones del Estado, Televisa siempre contraataca o manda a alguno de sus voceros a responder en medios impresos o elec trónicos. En realidad, su poder es el resultado de una "captura de Estado" al fenómeno de expansión de los monopolios que se colocan por encima de las instituciones para dominarlas y expandir su influencia.
Televisa sobrevivió a la caída del régimen priísta, se fortale ció con el gobierno de Vicente Fox y su pareja Marta Sahagún, quienes estuvieron dispuestos a otorgarle todos los privilegios y prebendas a la compañía, a cambio de mantener la fantasía de un
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